Es una verdad melancólica que incluso los grandes hombres tienen sus parientes pobres

Par Charles Dickens

El hecho de ser abuela, me da la certeza de que la paz llegará algún día al Medio Oriente: sé que también hay abuelas en Egipto, Jordania y Siria, que quieren que sus nietos vivan

Par Golda Meir

Nunca conserva firmes amistades quien sólo atento va a sus pretensiones

Par Juan Ruiz de Alarcón

La paciencia es amarga, pero sus frutos son dulces

Par Rousseau

No muere aquel que dejó en la tierra la melodía de su canto en la música de sus versos

Par Ana Lins dos Guimarães Peixoto

La violencia jamás resuelve los conflictos, ni siquiera disminuye sus consecuencias dramáticas

Par Juan Pablo II

Ningún amor puede sustituir al amor

Par Marguerite Duras

¿Quién es libre? Sólo el que sabe dominar sus pasiones

Par Horacio

El gobierno tiene el sagrado deber de dirigirse a la Nación, y hacer escuchar en ella la voz de sus más caros derechos e intereses

Par Benito Juárez

Todas las mujeres llegan a ser como sus madres; esa es su tragedia

Par Oscar Wilde

La tierra es insultada y ofrece sus flores como respuesta

Par Rabindranath Tagore

Asusta pensar que acaso las admiraciones más sinceras que tenemos son las de las personas que no nos han comprendido

Par Benito Pérez Galdós

Los veterinarios lo tienen más fácil. Por lo menos, no son desorientados por las opiniones de sus pacientes

Par Louis Pasteur

Usted puede comprar la espalda de alguien, pero no su corazón y la mente. Usted puede comprar sus manos, pero no su espíritu

Par Stephen R. Covey

Había tenido que promover 32 guerras, y violar todos sus pactos con la muerte y revolcarse como un cerdo en el muladar de la gloria, para descubrir con casi cuarenta años de retraso los privilegios de la simplicidad

Par Gabriel García Márquez