La bala que me ha de matar aún no ha sido fundida
- -
Napoleón Bonaparte
0

La guerra es un juego serio en el que uno compromete su reputación, sus tropas y su patria

By Napoleón Bonaparte

Tan tranquilas son las personas honradas y tan activas las pícaras, que a menudo es necesario servirse de las segundas

By Napoleón Bonaparte

Para gobernar hay que saber aprovecharse de los vicios de los hombres, no de sus virtudes

By Napoleón Bonaparte

Lo imposible es el fantasma de los tímidos y el refugio de los cobardes

By Napoleón Bonaparte

Cuando no se teme a la muerte, se la hace penetrar en las filas enemigas

By Napoleón Bonaparte

Apúrate despacio que yo voy deprisa

By Napoleón Bonaparte

A veces hay que retroceder dos pasos para avanzar uno

By Napoleón Bonaparte

¿Saben lo que es más duro que los reveses de la fortuna? La cruenta ingratitud del hombre

By Napoleón Bonaparte

Un pueblo sólo podría ser libre si los gobernados fuesen todos sabios y los gobernantes todos dioses

By Napoleón Bonaparte

No son las riquezas ni el esplendor, sino la tranquilidad y el trabajo, los que proporcionan la felicidad

By Napoleón Bonaparte

El hombre es como un número: sólo tiene valor por su posición

By Napoleón Bonaparte

Jesús solo fundó su imperio en el amor; y hasta hoy muchas personas morirían por Él

By Napoleón Bonaparte

Los soberanos deben perdonar las faltas y no olvidarlas jamás

By Napoleón Bonaparte

Sólo con un poder absoluto se puede vencer la necesidad

By Napoleón Bonaparte

Los hombres, en general, no son sino niños grandes

By Napoleón Bonaparte
bool(false) Error: (null) [0] (severity 0) [(null)]