Un niño siempre puede enseñar tres cosas a un adulto: a ponerse contento sin motivo, a estar siempre ocupado con algo y a saber exigir con todas sus fuerzas aquello que desea
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Paulo Coelho
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El que está acostumbrado a viajar, sabe que siempre es necesario partir algún día

Par Paulo Coelho

Cuando todos los días resulten iguales, es porque el hombre ha dejado de percibir las cosas buenas que surgen en su vida cada vez que el sol cruza el cielo

Par Paulo Coelho

Sólo una cosa vuelve un sueño imposible: el miedo a fracasar

Par Paulo Coelho

Quien no duda de sí mismo es indigno, porque confía ciegamente en su capacidad y peca de orgullo

Par Paulo Coelho

Cuando un hombre camina en dirección a su destino, se ve forzado muchas veces a cambiar su rumbo

Par Paulo Coelho

Si mi alma no murió de hambre, aún tiene algo que decir. Y si tiene algo que decir, debo escucharla. Porque no tengo a nadie más con quien hablar

Par Paulo Coelho

Todos los días Dios nos da un momento en que es posible cambiar todo lo que nos hace infelices. El instante mágico es el momento en que un sí o un no pueden cambiar toda nuestra existencia

Par Paulo Coelho

No tenía miedo a las dificultades: lo que la asustaba era la obligación de tener que escoger un camino. Escoger un camino significaba abandonar otros

Par Paulo Coelho

Nunca desistas de un sueño. Sólo trata de ver las señales que te lleven a él

Par Paulo Coelho

Cuando alguien desea algo debe saber que corre riesgos, por eso la vida vale la pena

Par Paulo Coelho

El mal no es lo que entra en la boca del hombre, sino lo que sale de ella

Par Paulo Coelho

Cuando amamos no tenemos ninguna necesidad de comprender lo que sucede, porque todo pasa a suceder dentro de nosotros

Par Paulo Coelho

Sólo aceptamos una verdad cuando primero la negamos desde el fondo del alma

Par Paulo Coelho

Todas las batallas en la vida sirven para enseñarnos algo, inclusive aquellas que perdemos

Par Paulo Coelho

El Mundo está en las manos de aquellos que tienen el coraje de soñar y correr el riesgo de vivir sus sueños

Par Paulo Coelho