Les femmes sont les gardiennes attitrées de tout ce qui est pur dans la vie.
- 1969 -
Gandhi
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Si quieres cambiar al mundo, cámbiate a ti mismo
By Mahatma Gandhi
Mañana tal vez tengamos que sentarnos frente a nuestros hijos y decirles que fuimos derrotados. Pero no podremos mirarlos a los ojos y decirles que viven así porque no nos animamos a pelear
By Mahatma Gandhi
Un cobarde es incapaz de mostrar amor, hacerlo esta reservado para los valientes
By Mahatma Gandhi
Los medios impuros desembocan en fines impuros
By Mahatma Gandhi
El mundo te exige resultados. No le cuentes a otros tus dolores de parto... muéstrales al niño
By Indira Gandhi
Un día mi abuelo me dijo que hay dos tipos de personas: la que trabajan, y las que buscan el mérito. Me dijo que tratara de estar en el primer grupo: hay menos competencia ahí
By Indira Gandhi
No hay peor contaminación que la pobreza
By Indira Gandhi
Las personas que piensan que no son capaces de hacer algo, no lo harán nunca, aunque tengan las aptitudes
By Indira Gandhi
Hay que vigilar a los ministros que no pueden hacer nada sin dinero y a aquellos que quieren hacerlo todo sólo con dinero
By Indira Gandhi
Si no tenemos miedo de los hombres y buscamos sólo la verdad de Dios, estoy seguro de que todos podremos ser sus mensajeros. En lo que a mi respecta, creo sinceramente que respondo a estas dos condiciones
By Mahatma Gandhi
La voz interior me dice que siga combatiendo contra el mundo entero, aunque me encuentre solo. Me dice que no tema a este mundo sino que avance llevando en mí nada más que el temor a Dios
By Mahatma Gandhi
La muerte no es más que un sueño y un olvido
By Mahatma Gandhi
Un país, una civilización se puede juzgar por la forma en que trata a sus animales
By Mahatma Gandhi
No me gusta la palabra tolerancia, pero no encuentro otra mejor. El amor empuja a tener, hacia la fe de los demás el mismo respeto que se tiene por la propia
By Mahatma Gandhi
No se nos otorgará la libertad externa más que en la medida exacta en que hayamos sabido, en un momento determinado, desarrollar nuestra libertad interna