La seule arme contre ce monstre qu'est le fanatisme, c'est la raison. La seule manière d'empêcher les hommes d'être absurdes et méchants, c'est de les éclairer. Pour rendre le fanatisme exécrable, il ne faut que le peindre.
- 1862 -
Voltaire
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La mentira es un vicio cuando ella causa un mal; y es una gran virtud cuando causa bien
By François Marie Arouet Voltaire
El miedo acompaña al crimen y es su castigo
By François Marie Arouet Voltaire
La naturaleza siempre tiene más fuerza que la educación
By François Marie Arouet Voltaire
Sin verdaderas necesidades no hay verdaderos placeres
By François Marie Arouet Voltaire
Hay en el niño algo de hombre desde la cuna, como hay en el hombre algo de niño hasta la tumba
By François Marie Arouet Voltaire
El secreto de no hacerse fastidioso consiste en saber cuándo detenerse
By François Marie Arouet Voltaire
La historia sólo puede escribirse bien en un país libre
By François Marie Arouet Voltaire
Para mí, los grandes hombres son los primeros y los héroes los últimos. Llamamos grandes hombres a todos los que se han distinguido en lo útil y en lo agradable
By François Marie Arouet Voltaire
El mayor infortunio del hombre de letras no es quizá el hecho de ser víctima de las intrigas, la envidia de sus colegas y el verse despreciado de los hombres poderosos, sino el verse juzgado por los necios
By François Marie Arouet Voltaire
Dos cosas hay igualmente terribles: un cuchillo en manos de un loco y una gran inteligencia en cabeza de un malvado
By François Marie Arouet Voltaire
Todo el mundo conocido, con excepción de las naciones salvajes, es gobernado por los libros
By François Marie Arouet Voltaire
Un excelente crítico sería un artista con mucha ciencia y gusto, sin perjuicio y sin envidia. Esto es difícil de encontrar
By François Marie Arouet Voltaire
Todo el mundo admira y ama a la mujer coqueta, la excepción es su marido
By François Marie Arouet Voltaire
Creer con demasiada facilidad en la transmisión de los males por herencia o por contagio, es estimular la cobardía que renuncia a combatirlos
Voltaire